Las emociones que experimentamos en los primeros 20 segundos que pasamos en un sitio son aquellas que determinan si el diseño es efectivo o no. Si atraerá a nuevos clientes, si venderá, si los usuarios tendrán confianza en los productos o servicios ofrecidos. Las campañas de publicidad emocional tienen el doble de éxito que las campañas tradicionales.
Es por eso que, incluso cuando se trata de diseñar un diseño web, debemos seguir un enfoque «emoción-first», analizando cuáles son los procesos psicológicos que queremos activar y a través de qué herramientas podemos hacerlo. Imágenes, tipografía, textos, colores: veamos cómo crear una conexión con el usuario gracias a los principios de un diseño emocional.